Para realizar esta prueba, el paciente deberá desnudarse y colocarse una bata que nosotros mismos le facilitaremos.

Tumbado ya sobre la camilla, nuestro especialista colocará varios electrodos sobre la superficie de la piel que presente los síntomas o, en otros casos, introducirá agujas con electrodos en la punta si necesita profundizar más en el músculo.

A continuación, el paciente sentirá una serie de espasmos en los electrodos superficiales y puede que algo de molestia o dolor en los electrodos con forma de aguja debido a la corriente que transmitirán para poder medir la actividad eléctrica del músculo tanto en reposo como contraído.

En el caso de que el paciente esté sintiendo demasiado dolor, le recomendamos que hable con nuestro especialista para hacer una pequeña pausa hasta que consiga relajarse y poder seguir con el procedimiento.

Cuando finalice la prueba, puede que aparezcan algunos moratones donde estuvieron colocadas las agujas, pero lo normal es que desaparezcan en un par de días. En el caso de que persistan, deberá comunicárselo a su médico.